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BIOTIPOS CUTANEOS
Es importantísimo conocer el tipo de piel de cada persona para adecuar los cuidados cosmetológicos que requiera sus características propias, así, como las posibles patologías asociadas o derivadas de ella que requerirán un determinado tratamiento dermatológico.
Clásicamente la cosmetología ha propuesto tres biotipos fundamentales: seca, grasa y mixta.
PIEL NORMAL
La piel normal representa el equilibrio en el manto protector cutáneo, dando un aspecto de piel fina, lisa, flexible, bien humedecida y lubricada. Este tipo de piel se observa especialmente en los niños ya que pocos son los adultos que presentan este equilibrio cutáneo. Los tratamientos y cuidados aconsejados siempre van encaminados a obtener este equilibrio y aspecto cutáneo.
PIEL SECA
La insuficiencia de lípidos cutáneos es la responsable de la mala calidad de la película hídrica de este tipo de piel. Su origen puede ser de orden interno o individual por menor desarrollo de las glándulas sebáceas, influenciadas por factores hormonales o por la misma involución fisiológica de la piel.
Los factores externos también pueden influir de forma importante ya que un ambiente seco y caluroso favorecerá la deshidratación celular y por consiguiente la sequedad y descamación.
La piel seca se caracteriza por una disminución en su espesor, los orificios pilosebáceos son poco perceptibles. La secreción sebácea y sudorípara es escasa. Existe mala hidratación por exceso de evaporación cutánea, tendencia a la descamación y a las reacciones alérgicas. Presenta intolerancia a los cambios de temperatura, a la intemperie y a los jabones especialmente los alcalinos.
La piel presenta un aspecto seco, opaco, tirante, con fina descamación y precozmente la aparición de arrugas.
Al cutis seco se le asocian frecuentemente diversas dermatitis de origen descamativo (queratosis, ictiosis), dilataciones capitales (telangiectasias, fragilidad capilar), así como hipo e hiperpigmentaciones inducidas por radiaciones solares.
Cuidados:
Los cuidados de la piel seca se realizarán siempre con la aplicación de sustancias humectantes y regulación de la pérdida de agua mediante películas lipídicas que disminuyan la velocidad de evaporación de agua en la superficie cutánea, creando una barrera que se oponga al paso de las moléculas de agua.
En la actualidad se utilizan preparados cosméticos activos tipo emulsiones agua/aceite formando en la superficie cutánea una fina película que se aplicará mañana y noche.
Se aconseja el uso de tónicos emolientes en forma de compresas tibias o vaporizada, nunca tónicos alcohólicos astringentes.
Protegerse siempre frente al viento, frío y radiaciones solares con filtros de efecto pantalla.
PIEL GRASA
En la piel grasa las glándulas sebáceas están aumentadas de tamaño y de número, hiperactivas, dando un manto sebáceo abundante, lo que confiere un aspecto brillante, untoso y grueso.
Su origen suele ser de orden interno y constitucional. La testosterona aumenta la secreción sebácea, los estados nerviosos también se han visto implicados en el aumento del manto lipídico cutáneo.
La piel grasa se caracteriza por un mayor espesor, dilatación de los orificios pilosebáceos o «poros» que en ocasiones se llenan de contenido sebáceo formando los «comedones», estos al contacto con el aire se oxidan y aparecen los «puntos negros» o «espinillas». Cuando son internos forman microquistes.
En general, la tolerancia a la intemperie y a los jabones es buena y la aparición de arrugas es más tardía.
La seborrea se manifiesta, sobre todo en la región-centro facial, mentón y frente, con un aspecto grueso y untoso.
A la piel grasa se asocian frecuentemente patologías cutáneas como es la «dermatitis seborreica», la hipertricosis, hiperhidrosis, el acné, quistes epidérmicas por retención sebácea y la alopecia androgénica.
cuidados:
Los cuidados requeridos para este tipo de piel van encaminados a la regulación de la secreción sebácea, por lo que contrariamente a la piel seca, esta no se beneficia de la aplicación de humectantes.
Se aplicarán emulsiones de poco contenido graso y tónicos astringentes, cremas evanescentes e pH ácido con principios activos incorporados que reduzcan la producción sebácea y con poco poder comedogénico. Las cremas nutrientes se evitarán, así como el uso excesivo de maquillajes, siendo estos siempre especiales para pieles grasas, ya que el uso inadecuado de estos facilitaría la formación de comedones.
El uso de cremas abrasivas durante unos minutos, dos o tres veces por semana, facilita la eliminación de tapones córneos, aplicando después una loción antiséptica.
No es aconsejable desengrasar enérgicamente la piel grasa, sino que requiere igualmente cuidados especiales y delicados, por ser estas pieles fácilmente irritables originando la antiestética «dermatitis seborreica».
PIEL MIXTA
En este caso, se observa la seborrea sólo en la región medio facial: frente, nariz y mentón, siendo la piel en esta área gruesa y con poros dilatados. En cambio, a nivel de las mejillas, pómulos y alrededor de los ojos, la piel es fina y frágil propia de la piel seca.
Este tipo de piel, requiere unos cuidados cosmetológicos distintos para cada área facial. Se protegerán la zona no seborréica con productos utilizados para la piel seca o normal, reservando cuidados específicos para las zonas grasas, es decir, centro-facial.
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